Acerca de
No son campesinos, mas la tierra que labran con sus manos es de veinticuatro surcos,
una pauta en la que todo lo que siembran germina, crece y revienta en sonoros
frutos cuando al poner de acuerdo sus sentires al aire hacen temblar. De la unión
siempre fecunda del talento y la amistad, nacieron cual dioses de oscuros y lejanos
pensamientos en la penumbra de sus tiempos de estudiantes. Más tardaron en lanzar
su llanto primerizo al viento que en recibir de sus mayores el reconocimiento y del
público el aplauso a lo largo de una jornada que lleva ya más de quince años de
constante e incansable labor. Al por qué de la razón de ser Orishas por el nombre,
que no por el origen, la respuesta, más que obvia, es que no podía ser de otra forma
cuando a la magia de quien ha hecho suyos del tiempo los secretos, va siempre
aparejado el hervor de la pasión y el don de transformar la realidad. Como resultado
de su sincera vocación divulgadora han difundido ampliamente el repertorio para
cuarteto de guitarras y su proyecto como ensamble los ha llevado a incursionar en
programas conformados por música contemporánea, del Continente Americano,
así como por transcripciones orquestales y de música antigua. En su orgullo cabe
el haber sido el primer ensamble mexicano en obtener el premio Manuel M.
Ponce que otorga el Festival Internacional de Música de Cámara de la ciudad de
Aguascalientes, así como el haber hecho suyo el primer premio del "l er Concurso
Nacional de Ensambles de Guitarra" en Taxco, Guerrero, entre otros no pocos
premios y reconocimientos. Su indiscutible calidad les ha granjeado el derecho a
presentarse en escenarios tales como la "Sala principal del Palacio de Bellas Artes"
de la Ciudad de México, el "Gran Teatro Falla" de Cádiz, España, la "Casa de las
Américas" de La Habana, Cuba, y el haber sido invitados a participar en eventos
como el Festival Internacional de Música de Cámara de San Miguel de Allende, los
Ciclos de Música de la Real Academia de España en Roma, el Festival Revueltas
de la ciudad de Durango, el Encuentro de Guitarra de Cartago, en Costa Rica, y el
Festival Iberoamericano de Música Manuel de Falla en Cádiz, España, entre otros.
Manifestaciones encarnadas del Espíritu Supremo y orishas por derecho propio
Diego, Chucho, Dany y Vladimir hacen efectiva la matemática del canto en la que
de la suma de los cuatro nace el uno de la misma manera en la que tierra, agua, aire
y fuego en las manos del Supremo Alfarero se convierten en vasija ansiosa que da
forma a la belleza.